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jueves, 15 de marzo de 2018

Gastronomía Romana

GASTRONOMÍA ROMANA



La gastronomía romana cambió a través de la larga duración (más de un milenio) de su antigua civilización. Sus hábitos se vieron influenciados por la cultura griega, los cambios políticos de monarquía a república, y de ahí a imperio, y la enorme expansión de este último, que trajo muchos hábitos culinarios nuevos y técnicas de cocina de las provincias.


Los romanos comían tres o cuatro veces al día:
  • Desayuno (ientaculum)
  • Almuerzo (prandium)
  • Merienda (merenda) 
  • Cena (cena)


➸Esta última era la más importante. Se hacía en familia, al final de la jornada. Uno de sus mayores placeres era una buena conversación en torno a la mesa.

Platos típicos:

Entrada
Esta parte de la comida era llamada gustatio o promulsis. Generalmente consistía de platillos ligeros y apetitosos. 
La bebida usual era el mulsum, una mezcla de vino y miel. En los grandes banquetes las entradas se servían una después de otra.


Plato fuerte

Muchas veces, un platillo intermedio era servido antes del verdadero caput cenae. La decoración podía llegar a ser más importante que los ingredientes.
El plato fuerte comúnmente consistía de carne.

Postre


Entre las frutas, las uvas eran las preferidas. Los romanos distinguían entre uvas para hacer vino y uvas para comer.
Las pasas también se usaban. Las almejas y ostras, las cuales eran originalmente postres, pasaron a ser entradas. Los pasteles, hechos de trigo y generalmente bañados en miel, tenían un papel importante. 
Ciertos tipos de nuez también eran usados.